Spandau Ballet es una banda popular inglesa de los años 80. Inicialmente inspirada por una mezcla de funk y synthpop, finalmente cambiará su estilo al pop.
El guitarrista y compositor Gary Kemp, y su hermano, el bajista Martin Kemp, forman la banda en 1979, junto con el batería John Keeble, el cantante Tony Hadley y Steve Norman, que al principio tocaba la guitarra, y posteriormente pasó a tocar el saxo, al cambiar el estilo musical. Rapidamente consiguieron captar la atención del público apelando a métodos de promoción poco convencionales: durante 1980 actuaron en todos los lugares de moda, pero también lo hicieron en lugares tan exóticos como salas de proyección Art Déco abandonadas, iglesias barrocas y en un buque de guerra perpetuamente anclado a orillas del Tamesis, el HMS Belfast. De esa manera lograron captar el interés de las compañías discográficas y una gran cobertura por parte de los medios. Sin embargo, cuando se concretó la edición de su álbum debut, "Journeys to Glory", la prensa rockera atacó al grupo sin miramientos. Un crítico de la influyente Melody Maker los acusó de fascismo, argumentando que los símbolos y la ideología de "Journeys to Glory" eran iguales a los que, en su momento, había utilizado el nazismo. Que el nombre de la banda remitiera, teóricamente, a los espasmos de los criminales de guerra nazis "bailando" mientras eran ahorcados en la prisión de Spandau, esa misma prisión donde todavía se encontraba Rudolf Hess -y no a un campo de concentración, como erróneamente se dijo- reforzaba esa denuncia. Además, este periodista los tildaba de elitistas y glorificadores de las clases dominantes. Spandau Ballet desmintió cualquier tipo de apología al nazismo en una carta que, entre otras cosas, decía lo siguiente: "Estamos escribiendo esta carta no porque no te guste la música de Journeys to Glory, que eso es tu prerrogativa, desde luego, aunque sea anonadante el ser juzgado por alguien que no está en la misma onda que la música y que aparenta no tener idea de lo que está intentando lograr [...] nuestro principal motivo para responder es la rabia absoluta que nos han levantado tus afirmaciones y tus presunciones sociales. No queremos aburrir a nadie con nuestras listas de miembros del Partido Laborista y demás actividades políticas pero dejémoslo totalmente claro: no somos fascistas y no somos miembros del partido conservador. EI hecho de que el grupo no incluya declaraciones políticas manifiestas en su música no es una razón para suponer que sus conceptos son superficiales. Eso es tan estúpido e ignorante como, digamos, suponer que si un periodista trabaja para un gran imperio editorial es un defensor ardiente del sistema capitalista. La realidad es que Spandau Ballet no encaja en tu restringida visión del mundo ni en tus inexactos y limitados estereotipos. Nadie dice que estemos creando un nuevo movimiento. Las actitudes del grupo, y en particular el deseo de no ir por la vida como unos tirados, no son nuevas para la cultura juvenil, pero probablemente resulten rara en esa área de la reciente música rock/punk que es tan elitista, aislada y superficial aunque tú pienses que, de alguna forma, es parte del mundo real. Hay una actitud total de respecto a la música y la vida en general en un enorme sector de la juventud de la nación de la que queramos atribuirnos el papel de instigadores ni de representantes: somos meros productos de esa actitud. Lo sentimos, pero no nos avergüenza el hecho de no querer ir vestidos como mendigos; esa es nuestra prerrogativa ¿o no se nos permite vestir como quisiéramos? Tú seguramente te sorprenderías de que las clases trabajadoras en general no estén particularmente interesados en vestir mal, que no imitan a nadie y que quieren el mejor nivel de vida posible ¿Y por que no? Para eso existen los sindicatos: para mantener y mejorar el nivel de vida de sus miembros. Recuerda que los trabajadores tienen que luchar por su subsistencia durante toda su vida: para ellos no es solo una ideología [...] Concluyendo. Tus intentos de conectar la presentación del disco con el nazismo son lamentables. Las imágenes clásicas y heroicas han sido usadas en otros muchos contextos (por ejemplo, en los carteles colectivistas rusos) todo lo cual has ignorado convenientemente en un intento de asegura tu una sentencia de culpabilidad".
Una declaración de principios que sirve para aclarar las dudas sobre las intenciones de Spandau Ballet en particular, y de todo el movimiento New Romantic en general.
Más allá de cualquier polémica, es indiscutible el carácter singular de "Journeys to Glory". A pesar de sus evidentes limitaciones técnicas, consiguieron un sonido muy particular: distante, sintético y marcial, claramente influenciado por Kraftwerk y la dupla Bowie/Eno, pero accesible y bailable. Mientras tanto, sus letras dicen cosas como estas: "Bleak and tired Western skies/Silence crashing with quiet lies/Shattered glass reflects elation/Reformation, Reformation" (Reformation) o estas otras: "We're building fires that will burn until morning/The smell of books and hot stone surround us/Tough is the leather that strapped to my skin/Strong are the bonds that we make" (Musclebound).
Con el paso del tiempo Spandau Ballet fue resignando claridad conceptual. En "Diamond" (1981) todavía podemos encontrar muchos momentos de brillo, pero a partir de "True" (1982), la banda se convertiría en un exponente del más pasteurizado pop. "Journeys to Glory", en cambio, se mantiene como una fiel fotografía de un momento irrepetible en la música pop, tan frívolo como fascinante.
El guitarrista y compositor Gary Kemp, y su hermano, el bajista Martin Kemp, forman la banda en 1979, junto con el batería John Keeble, el cantante Tony Hadley y Steve Norman, que al principio tocaba la guitarra, y posteriormente pasó a tocar el saxo, al cambiar el estilo musical. Rapidamente consiguieron captar la atención del público apelando a métodos de promoción poco convencionales: durante 1980 actuaron en todos los lugares de moda, pero también lo hicieron en lugares tan exóticos como salas de proyección Art Déco abandonadas, iglesias barrocas y en un buque de guerra perpetuamente anclado a orillas del Tamesis, el HMS Belfast. De esa manera lograron captar el interés de las compañías discográficas y una gran cobertura por parte de los medios. Sin embargo, cuando se concretó la edición de su álbum debut, "Journeys to Glory", la prensa rockera atacó al grupo sin miramientos. Un crítico de la influyente Melody Maker los acusó de fascismo, argumentando que los símbolos y la ideología de "Journeys to Glory" eran iguales a los que, en su momento, había utilizado el nazismo. Que el nombre de la banda remitiera, teóricamente, a los espasmos de los criminales de guerra nazis "bailando" mientras eran ahorcados en la prisión de Spandau, esa misma prisión donde todavía se encontraba Rudolf Hess -y no a un campo de concentración, como erróneamente se dijo- reforzaba esa denuncia. Además, este periodista los tildaba de elitistas y glorificadores de las clases dominantes. Spandau Ballet desmintió cualquier tipo de apología al nazismo en una carta que, entre otras cosas, decía lo siguiente: "Estamos escribiendo esta carta no porque no te guste la música de Journeys to Glory, que eso es tu prerrogativa, desde luego, aunque sea anonadante el ser juzgado por alguien que no está en la misma onda que la música y que aparenta no tener idea de lo que está intentando lograr [...] nuestro principal motivo para responder es la rabia absoluta que nos han levantado tus afirmaciones y tus presunciones sociales. No queremos aburrir a nadie con nuestras listas de miembros del Partido Laborista y demás actividades políticas pero dejémoslo totalmente claro: no somos fascistas y no somos miembros del partido conservador. EI hecho de que el grupo no incluya declaraciones políticas manifiestas en su música no es una razón para suponer que sus conceptos son superficiales. Eso es tan estúpido e ignorante como, digamos, suponer que si un periodista trabaja para un gran imperio editorial es un defensor ardiente del sistema capitalista. La realidad es que Spandau Ballet no encaja en tu restringida visión del mundo ni en tus inexactos y limitados estereotipos. Nadie dice que estemos creando un nuevo movimiento. Las actitudes del grupo, y en particular el deseo de no ir por la vida como unos tirados, no son nuevas para la cultura juvenil, pero probablemente resulten rara en esa área de la reciente música rock/punk que es tan elitista, aislada y superficial aunque tú pienses que, de alguna forma, es parte del mundo real. Hay una actitud total de respecto a la música y la vida en general en un enorme sector de la juventud de la nación de la que queramos atribuirnos el papel de instigadores ni de representantes: somos meros productos de esa actitud. Lo sentimos, pero no nos avergüenza el hecho de no querer ir vestidos como mendigos; esa es nuestra prerrogativa ¿o no se nos permite vestir como quisiéramos? Tú seguramente te sorprenderías de que las clases trabajadoras en general no estén particularmente interesados en vestir mal, que no imitan a nadie y que quieren el mejor nivel de vida posible ¿Y por que no? Para eso existen los sindicatos: para mantener y mejorar el nivel de vida de sus miembros. Recuerda que los trabajadores tienen que luchar por su subsistencia durante toda su vida: para ellos no es solo una ideología [...] Concluyendo. Tus intentos de conectar la presentación del disco con el nazismo son lamentables. Las imágenes clásicas y heroicas han sido usadas en otros muchos contextos (por ejemplo, en los carteles colectivistas rusos) todo lo cual has ignorado convenientemente en un intento de asegura tu una sentencia de culpabilidad".
Una declaración de principios que sirve para aclarar las dudas sobre las intenciones de Spandau Ballet en particular, y de todo el movimiento New Romantic en general.
Más allá de cualquier polémica, es indiscutible el carácter singular de "Journeys to Glory". A pesar de sus evidentes limitaciones técnicas, consiguieron un sonido muy particular: distante, sintético y marcial, claramente influenciado por Kraftwerk y la dupla Bowie/Eno, pero accesible y bailable. Mientras tanto, sus letras dicen cosas como estas: "Bleak and tired Western skies/Silence crashing with quiet lies/Shattered glass reflects elation/Reformation, Reformation" (Reformation) o estas otras: "We're building fires that will burn until morning/The smell of books and hot stone surround us/Tough is the leather that strapped to my skin/Strong are the bonds that we make" (Musclebound).
Con el paso del tiempo Spandau Ballet fue resignando claridad conceptual. En "Diamond" (1981) todavía podemos encontrar muchos momentos de brillo, pero a partir de "True" (1982), la banda se convertiría en un exponente del más pasteurizado pop. "Journeys to Glory", en cambio, se mantiene como una fiel fotografía de un momento irrepetible en la música pop, tan frívolo como fascinante.
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Tracklist:
01. To Cut a Long Story Short
02. Reformation
03. Mandolin
04. Muscle Bound
05. Age of Blows
06. Freeze
07. Confused
08. Toys
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